martes, 26 de abril de 2016

EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN



El proceso de hominización es el conjunto de todos los cambios que sufrieron nuestros antepasados, los primeros homínidos.

Marcha bípeda
Es el primer carácter que apareció en el proceso de hominización por influencia del medio y el clima por lo cual el pie se hace plantígrado (se apoya toda la planta). El dedo gordo se sitúa en el mismo plano que los otros 
cuatro dedos.

Las extremidades superiores se acortan y quedan libres, favorece la manipulación de objetos y desarrolla la pinza del pulgar

El cráneo se inserta por su base en la columna, la cual quiere formar ese para soportar el peso.

La pelvis se acorta y se robustece, lo cual permite una mayor sujeción de los músculos glúteos, necesarios para caminar erguido.

Aumento de la capacidad craneal
Los homínidos tenían una capacidad craneal de 500 cm³ mientras que el de ahora es de 1400 cm³.

Nuestro cerebro tiene corteza cerebral donde radican las funciones de la conciencia e inteligencia y la voluntad.
El cráneo sufre otros cambios por:
La mandíbula hace menos saliente.
Arcos superficiales menos marcados.
El hueso frontal se desarrolla haciéndose más vertical, con lo que aparece la frente.
Molares más pequeños lo que nos indica un cambio de alimentación. Pasa de herbívoro a omnívoro.

Desarrollo del lenguaje
Nos permite trasmitir conocimientos y evolución cultural

El desarrollo progresivo del área de Broca: es una zona del cerebro relacionada con el habla, que posibilitó el lenguaje. Los Homo ergaster y Homo heidelbergensis usaban el lenguaje pero de forma diferente.
La modificación en la posición de la laringe, la cual en el género Homo ocupó una posición más baja en el resto los primates.

El descubrimiento del fuego actuó como elemento de integración peneial.
La prolongación del estreno duro de las crías
Este hecho produce un período de aprendizaje muy largo

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